“Todo es energía”… seguramente lo has escuchado muchas veces. Pero hoy quiero invitarte a profundizar en esta idea: todo es energía, y la energía lo es todo. La salud, el dinero, las relaciones… todo en el plano material surge de la energía que sostenemos y proyectamos.
La buena noticia es que la energía es abundante, libre y siempre disponible. Solo necesitamos saber cómo conectarnos con ella, cómo permitir que fluya y, sobre todo, cómo evitar desperdiciarla.
Energía fisiológica vs. energía cósmica
Cuando pensamos en energía, solemos pensar en la energía fisiológica: la que obtenemos al comer, digerir y convertir calorías en movimiento y funciones corporales. Esta energía es fundamental para la vida física. Pero hay otro tipo de energía aún más sutil y poderosa: la energía cósmica.
Esta energía no se obtiene del alimento. Es la energía que fluye a través de todo lo que existe. energía es abundante, libre y siempre disponible. Solo necesitamos saber cómo conectarnos con ella, cómo permitir que fluya y, sobre todo, cómo evitar desperdiciarla.
Qué es el cuerpo energético y ¿por qué es tan importante?
Así como nos ocupamos del cuerpo físico, necesitamos prestar atención al cuerpo energético, esa dimensión invisible que sostiene nuestra vitalidad, nuestra vibración y nuestro estado de ánimo.
Cuando ese cuerpo energético está fuerte, la energía fluye libremente. Y nos sentimos inspirados, claros, en paz. Pero cuando se debilita —por bloqueos o fugas— aparecen el cansancio, la ansiedad, la desmotivación o incluso síntomas físicos.
Y aunque a veces recurrimos a ejercicios físicos o técnicas de relajación que alivian los síntomas… si no abordamos la causa raíz, el problema vuelve. La causa más profunda de los bloqueos energéticos no es física, sino mental.
La mayoría de los bloqueos energéticos surgen por tensión mental sostenida.
Cómo perdemos energía
Cuando pasamos mucho tiempo preocupados, angustiados, anticipando escenarios negativos o en modo hiperreactivo, nuestro cuerpo se tensa, especialmente en zonas como los hombros, el pecho o el abdomen. Y esa tensión muscular no es solo física: es una interrupción del flujo de energía.
Pero aún más profundo: la tensión física es solo el síntoma. La verdadera raíz es mental. Nuestra mente se aferra a pensamientos, expectativas, exigencias… y eso crea un estado de contracción interior que termina afectando todo nuestro campo energético.
La causa oculta del agotamiento energético
¿Por qué aparece esa tensión mental?
Porque sin darnos cuenta, empezamos a darle demasiada importancia a las situaciones externas.
Reaccionamos a lo que pasa “afuera” y dejamos que eso dicte cómo nos sentimos “adentro”. Esto genera una desconexión con nuestra fuente interna de paz, claridad y poder. Cuando creemos que algo o alguien “allá afuera” es la fuente de nuestra felicidad o seguridad, estamos entregando nuestro poder.
Esto se relaciona directamente con uno de los fundamentos que enseña Neville Goddard: el desapego. No se trata de indiferencia, sino de recordar que la verdadera fuente de creación está en tu interior.
Y cuando eso ocurre, la energía deja de fluir desde dentro hacia afuera… y empieza a drenarse. Nuestro campo energético se debilita, se llena de interrupciones, y nos sentimos vulnerables, reactivos o agotados.
Cuando olvidamos esto, fácilmente caemos presa de sistemas de pensamiento colectivos que viene a ser como péndulos energéticos que absorben nuestra atención y bajan nuestra vibración —como noticias, discusiones o ambientes cargados.
Puede ser una conversación cargada de drama, una discusión política, una noticia alarmante o incluso una persona que, aunque sin mala intención, absorbe tu energía porque no sabe conectarse con la suya.
Estos péndulos no son el problema en sí. El problema es estar inconscientes. Cuando no estamos vigilantes y presentes, nos dejamos arrastrar. Perdemos nuestro centro… y también nuestra energía.
Tres claves para restablecer tu energía desde la raíz
- Disminuir el estrés mental
Cambiar el hábito de reaccionar automáticamente a lo externo. En lugar de eso, elegir desde el poder interior cómo queremos sentirnos y qué pensamientos vamos a sostener.
- Cultivar la percepción consciente
La atención plena no es solo una técnica, es un hábito de vida. Cultivar la conciencia testigo —la parte de ti que observa sin dejarse arrastrar— te protege de los péndulos energéticos y te ancla al presente.
- Fortalecer tu cuerpo energético
A través de prácticas como la meditación, el descanso profundo y ejercicios específicos para reconectar con el flujo de energía cósmica.
Ejercicios para alimentar tu campo energético
En el video que encontrarás al final de esta entrada, te comparto dos prácticas guiadas para restablecer tus niveles de energía:
• Visualización de flujos energéticos, donde activamos dos corrientes: una que sube desde la tierra y otra que desciende del cielo, conectando cuerpo, mente y espíritu.
• Creación del escudo energético, una técnica poderosa para expandir tu campo áurico, liberar bloqueos y proteger tu energía.
Estos ejercicios no buscan retener la energía, como si fuera escasa. Todo lo contrario: te entrenan para dejarla fluir, para recordar que formas parte de esa energía universal que lo llena todo.
¿Sientes que tu energía baja sin razón aparente?
Tal vez solo necesitas volver a tu centro.
Te invito a practicar estos ejercicios y a observar qué cambia en tu estado interno. ¿Más calma? ¿Más claridad? ¿Más fuerza? Recuerda que la energía está disponible siempre… solo tienes que reconectarte.
Gracias por ser parte de nuestra comunidad del despertar.
Paz y amor 🙏🏻💜
Marceluz
📺 Aquí puedes ver el video con los ejercicios energéticos guiados:
https://youtu.be/1wkqZ49-Bo0?si=qZqP5J9wRmby81s4