Si estás leyendo esto, es probable que tú también estés sintiendo ese llamado interior.
Ese que no siempre se puede explicar con palabras, pero que lo cambia todo.
Este blog nace justamente de ahí: de un llamado que con los años se convirtió en mi propósito de vida.
Mi despertar espiritual no comenzó con una búsqueda consciente. Comenzó cuando tenía unos 12 años, con un libro que encontré por “casualidad” en la biblioteca de mi casa. Era un regalo que le habían hecho a mi papá, pero él nunca lo leyó. Se titulaba Nuestras fuerzas mentales y cómo usarlas, de Prentice Mulford.
Yo no sabía nada de espiritualidad, ni de metafísica, ni de manifestación. Pero apenas empecé a leerlo, sentí algo muy profundo. Como si estuviera recordando un idioma olvidado. Como si ya supiera todo lo que el libro decía.
Ese fue mi primer despertar. Y aunque entonces no entendía lo que estaba pasando, algo dentro de mí se encendió para siempre.
Durante un par de años, viví lo que llamo una “fiebre mística”: gastaba todo mi dinero en libros de metafísica, religiones orientales, meditación. Patinaba en la calle con un libro en la mochila y el alma llena de preguntas.
Después vinieron la adolescencia, las salidas, la universidad, y el mundo volvió a absorberme. Pero nunca olvidé esa luz. Cada vez que algo me sacudía, volvía a buscarla.
Con el tiempo llegaron nuevas señales: los libros de Conny Méndez, el Método Silva, la meditación, el control mental… Y más adelante, ya de adulta, llegó lo que marcó un antes y un después: Un Curso de Milagros.
Ese curso me ayudó a ver que el despertar no es solo una experiencia emocional o un camino de conocimiento.
Es un propósito.
Una forma de vida, sí… pero también una misión. Algo que vinimos a recordar y compartir.
Todo esto cobró un nuevo sentido cuando nacieron los desafíos más grandes de mi vida: el diagnóstico de mi hijo, la enfermedad y partida de mi esposo… Fue en esos momentos donde confirmé que no se trataba solo de mí. Que este camino que yo había recorrido una y otra vez no era solo para alcanzar mi paz, sino para elevarme más allá de cualquier circunstancia, y desde ahí, acompañar a otros en su camino de despertar.
Y por eso estoy aquí.
Este blog nace como una extensión de ese propósito: acompañarte, compartir lo que me elevó más allá de cualquier situación, y dar testimonio de que la noche más oscura puede convertirse en el umbral de la luz más brillante.
Que el despertar no es un destino al que se llega, sino una forma de vivir con el alma encendida.
Una vida donde no buscamos escapar de la realidad, sino transformarla desde dentro.
Donde el recordar quién eres se vuelve una experiencia sagrada, profunda y extraordinaria.
Gracias por estar aquí.
Gracias por estar despertando.
Paz y Amor 💜🙏🏼